A juicio de cosmeatra Teresa Guerra:

"Las cirugías deben ser la última

opción para quienes quieren lucir bien"

El desconocimiento real de los riesgos que conlleva una operación hace que diariamente mujeres e incluso niñas que acaban de cumplir 18 años, entren en quirófano para aumentar el tamaño del busto o corregir algún "desperfecto"

Johana Rodríguez
jrodriguez@diariolaregion.net/@michellejrl

LOS TEQUES. Tras probar productos milagrosos que no cumplen con lo prometido en la publicidad, someterse a tortuosas dietas, y matarse en el gimnasio sin ver resultados en el corto plazo, muchas féminas deciden irse por la vía "fácil", para dejar que el bisturí haga lo suyo, sin saber que al ir a deshacerse del rollito que tanto le perturba cada vez que se ve en el espejo,puede obtener una horrenda cicatriz. Así que si es una de las tantas mujeres por cuya cabeza ronda la idea de someterse a una operación estética, no puede dejar de leer este reportaje.

Teresa Guerra, cosmeatra que ofrece sus servicios en la capital mirandina, cree firmemente en los resultados que ofrecen los tratamientos naturales que van acompañados de una buena alimentación, "sin que esto implique privarse de comer nada; porque precisamente allí está el truco, comer de todo pero en las porciones y horarios indicados".

Y mucha gente sabe esta premisa, sin embargo, la desesperación por lucir el cuerpo perfecto para la fiesta de su trabajo, o la cercanía de las vacaciones que son sinónimo de playa, hace que cada vez más personas entren en quirófano, actitud que va reforzada por el desconocimiento existente entre los pacientes, que a su vez, en ocasiones, es “alimentado” por médicos inescrupulosos, que a propósito de no ver mermadas sus ganancias operan, aún cuando la solución está a través de métodos tradicionales y más “saludables”.

-Más de una vez han llegado mujeres aquí que no han recibido ninguna indicación de como limpiarse siquiera una vez que son sometidas a una liposucción o cuando se colocan las prótesis mamarias, pues los galenos se encargan de operar y ya, hasta allí llega su labor, por lo que se han conocido casos lamentables en los cuales salen peor de cómo entraron a la sala de operaciones, generando además daño psicológico y frustración.

Y es que Guerra ha visto la decepción dibujada en los rostros de quienes tras quitarse la grasa del abdomen, exhiben grandes cicatrices que hacen incluso que la persona se sienta más insegura con su cuerpo, y le dé pena exhibirlo; "todo porque nadie le habló de acudir a un nutricionista para que evaluara su caso particular y le diera la dieta que la ayudara a lograr su objetivo: perder el peso en esa área, lo que iría acompañado de otras acciones que no iban a dejar huellas, pero sí altos niveles de satisfacción en el mediano y largo plazo".

-Allí está el detalle, la gente debe ser constante. Con un paquete de masajes reductores, por ejemplo, se van a notar cambios, pero en la medida que la gente se mantenga más tiempo y se someta a más sesiones, verán más y mejores resultados, porque la idea es tener un mantenimiento. Yo tengo pacientes que llevan 8 años conmigo, y han ido bajando progresivamente de peso, y mejorando la celulitis.

Conocer antes de actuar
Pese a que es común oír hablar a la gente de operaciones como si de un cambio de ropa se tratara, Guerra asegura que antes de someterse al bisturí hay que agotar todas las vías naturales. “Cuando se trata de un problema de sobrepeso, la gente piensa en liposucción, cuando es una cuestión de hábitos, lo que descubren después de que han gastado hasta 12 mil bolívares fuertes”.

-Para que una persona baje de peso de forma saludable, debe tener una dieta balanceada; nada demasiado estricto, pero limitando la ingesta de pan y dulces, por ejemplo, sin omitirlos, pero si estabas acostumbrada a comerte un chocolate diariamente, ahora trata de hacerlo dos veces por semana. Todo está en la mente; se trata de un proceso de adaptación que el cuerpo irá agradeciendo y que se evidenciará en los cambios positivos a mediano y largo plazo.

Este cambio de mentalidad es de vital importancia con o sin liposucción, “porque de nada vale que te saquen 5 litros de grasa si vas a seguir comiendo como por dos personas y no realizas actividad física. A lo sumo los efectos de la operación durarán seis meses y probablemente se engorde un poco más de antes de someterse a la operación”.

Por otro lado están aquellas que no obtienen los resultados esperados, “pues cada anatomía es diferente. Vemos que en las revistas colocan los cuerpos de las mujeres perfectas; pero una cosa es ser de contextura delgada y otra muy distinta ser rellenita; los resultados nunca serán los mismos. Hay quienes quieren una cintura de miss, cuando su estructura es más cuadrada, por decirlo de alguna manera”.

Buena alimentación
La clave del éxito está en la alimentación diaria. Hay dietas que te prometen bajar incluso 4 kilos en una semana, lo cual no es recomendable a nivel de salud ni de estética, porque estos cambios bruscos son los que hacen que la piel se estire y comience a presentar las odiadas estrías.

-Están otras personas que se basan en sólo tomar agua, lo cual es otro mito que es necesario desmontar, porque el agua por sí sola no va a hacer que bajemos de peso, en todo caso nos va a ayudar a liberar el cuerpo de las toxinas. Particularmente le digo a mis pacientes que eviten comer carbohidratos después de las 2 de la tarde, cuando el proceso de asimilación es más lento.

Ayudita extra
El complemento va desde hacer ejercicios, bien sea en un gimnasio o programar una rutina de caminata; hasta darse los masajes reductores, los cuales son frecuentes en los últimos días, debido a que ayudan a tonificar y reducir centímetros de áreas problemáticas como abdomen, cintura, piernas y brazos.

Otras técnicas en boga son la gimnasia pasiva, la bambuterapia y la mesoterapia, última que consiste en un tratamiento que indica medicamentos a través de un sistema de inyecciones que sirven para disolver tejido adiposo graso localizado (revolveras, región posterior de los muslos, glúteos y abdomen).