miércoles, 9 de mayo de 2012

Tayleé Castellanos, periodista de Aragua:

“La vanidad me llevó de ser una

mujer saludable a alguien enfermo”


No aceptar su cuerpo tal y como era, pese a reconocer que gozaba de buen físico, la llevó a resquebrajar su salud hasta poner en riesgo su vida, por lo que ahora lleva una campaña de información y prevención

Johana Rodríguez
jrodriguez@diariolaregion.net/@michellejrl



LOS TEQUES. 1000 cc. Para muchos, la proporción perfecta para abultar el “tren delantero o trasero” de una fémina, para Tayleé Castellanos, comunicadora social del estado Aragua, su cruz, la que le recuerda lo peligroso que son los biopolímeros.

“Todo comenzó en medio de una sesión de masajes reductores; quien me los realizaba me mostró fotos de mujeres que se habían inyectado los glúteos y habían obtenido resultados envidiables. Aunque no me hacía falta, me convencí cuando me explicaron que servía para moldear y rellenar aquellas áreas en las que presentaba flacidez”.

Era diciembre del 2010, entonces canceló 2 mil 500 bolívares fuertes. “Aún incrédula, esperé que otras cinco personas se sometieran al procedimiento, y al ver que todas quedaron satisfechas, me lo hice yo, sin sospechar que cuatro meses después estaría resintiendo la acción”.

La persona que se lo hizo, al igual que ella, fue víctima de la desinformación, pues según la entrevistada, médicos cirujanos dictaron cursos en diversos centros estéticos del estado Aragua, peregrinando los beneficios del producto Biofill para los glúteos, “poniendo a cualquiera a inyectar con el cuento que era inocuo”, lo que descubrió que no era cierto, cuando un intenso dolor la llevó a la clínica, donde tras ser sometida a exámenes supo que el biopolímero había emigrado, ubicándose en su espalda.

100% dañino
Tras estar hospitalizada y ver seriamente comprometida su salud, decidió denunciar su caso, topándose en el camino con personas que, promoviendo el uso de biopolímeros pese a su prohibición en el país desde diciembre del año pasado, le decían que ella era un caso aislado, que había sido víctima de una mala praxis o era alérgica, cuando la verdad, según estudios científicos, es que tarde o temprano el cuerpo va a presentar rechazo a este agente extraño.

“A estas alturas del partido cuando un número significativo de venezolanos padece las consecuencias e incluso han perdido la vida; en vez de estar investigando las maneras de revertir el daño a las mujeres que tienen esta sustancia en su cuerpo, hay inescrupulosos que siguen promoviendo el uso de biopolímeros con nombres disfrazados y el Ministerio de Salud lo único que ha hecho es habilitar un número telefónico para captar denuncias”.

Ante esta apatía, Tayleé decidió crear el correo afectadasbiopolimeros@gmail.com, para crear una base de datos de las víctimas (en 24 horas recibió información de más de 100 mujeres) y al obtener un número más significativo, tiene pensado introducir ante el Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) una querella, “pues necesitamos tanto apoyo como las féminas por la situación con las prótesis mamarias PIP, pues en su caso se les retiran y colocan otras, pero en nosotras la sustancia no puede ser retirada en su totalidad, debido a que se adhiere al músculo, así que hay muchas más implicaciones, y eso es lo que la gente no termina de entender y por eso siguen sometiéndose a estos procesos que los ofrecen en centros de estéticas y hasta gimnasios”.

No a la desinformación
Convencida de que la ignorancia se ha convertido en enemigo público de las féminas que se dejan llevar por la vanidad, Tayleé aparte de crear el correo y difundir su caso a través de diversos medios de comunicación (pese a la negativa de algunas revistas de Maracay debido a que sus principales anunciantes son esteticistas); está reuniendo un grupo de médicos calificados de Caracas para dictar un foro en Maracay, Aragua, a mediados de febrero, iniciativa que se estará repitiendo para informar al colectivo sobre los daños de los biopolímeros.

-Debemos aprender a querernos tal y como somos y mejorar de manera natural, con buena alimentación y ejercicio. Nunca me arrepentí tanto de lo que hice hasta ver comprometida seriamente mi salud; pasé de ser una mujer saludable a alguien enfermo. Sólo la fortaleza de Dios me mantiene de pie, y es por eso que decidí llevar adelante esta campaña, para que más personas no pasen por este calvario que deja profundas huellas físicas y psicológicas.

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