miércoles, 23 de mayo de 2012

Rafael García recordó situaciones que movieron la fibra humana

El primer caso de cinturón de castidad fue
descubierto en una cárcel de Los Teques

En 1966 se cometió el atraco de mayor cuantía, cuando atracadores cargaron con 64 mil bolívares correspondientes a la nómina del personal del Hospital Policlínico de Los Teques 

Johana Rodríguez
jrodriguez@diariolaregion.net/@michellejrl
LOS TEQUES. Corría la década de los 70 cuando el pueblo tequeño quedó sorprendido al conocer que una fémina recluida en el Instituto Nacional de Orientación Femenina (INOF), pedía ayuda, pues su amante en una de las visitas maritales, le había colocado un cinturón de castidad, con el propósito de que no le fuera infiel.

Esta situación que en principio fue tomada como un juego de pareja, fue tornándose dolorosa para la mujer que tenía aquel dispositivo de seguridad, si así se puede llamar, pues no podía hacer sus necesidades fisiológicas libremente, lo que pronto hizo que la noticia llegara a los oídos de la directiva del penal, que decidieron notificar aquella “novedad” a los efectivos de la entonces Cuerpo Técnico de Policía Judicial de Los Teques, quienes en compañía de un fiscal del Ministerio Público, cortaron el cinturón, devolviéndole la libertad de acción a la dama.

Así lo relató Rafael García, quien dedicó 31 años y 7 meses a este oficio del cual se retiró hace un tiempo atrás, pero “el que nunca he dejado” y del cual se enamoró gracias a un norteamericano que le regalaba revistas del FBI, “despertando esa curiosidad en mí que me llevó a ser policía”.

En medio de elucubraciones y un cigarrillo que sostuvo varios minutos entre sus dedos antes de encenderlo, el entrevistado comienza a recordar aquellas situaciones que consternaron no sólo a la tranquila población, si no a los mismos efectivos, quienes constantemente trabajaban en casos de secuestros, en su mayoría vinculados a la guerrilla y los llamados movimientos comunistas que tenían lugar en la nación en los años sesenta.

“Un caso emblemático fue el del niño Vegas Pérez, que no sólo movió la fibra nacional sino internacional, por tratarse de un pequeño. Él fue secuestrado y hallado muerto en San Diego de Los Altos, exactamente entre la Cortada del Guayabo y Maitana”.

Posteriormente ocurrió el plagio del doctor Irribarryn Borges, quien fue canciller de la República, hallado muerto en la carretera Panamericana, en la curva que da a la entrada de la urbanización Las Salias.

“Recuerdo que entre los años 1975 y 1976, ocurrió el secuestro del Rey de la Hoja Lata, Domínguez y Compañía, liberado de su cautiverio en el sector El Trabuco, donde tenían la llamada bati cueva”, señala entre risas García, quien añade que los pobladores decían que veían agachado al secuestrado.

Robo de mayor cuantía
El 16 de julio de 1966 se registró el mayor robo de la época en la zona, cuando 4 sujetos armados interceptaron el vehículo donde llevaban 64 mil bolívares destinados para el pago del personal del Hospital Policlínico de Los Teques (donde actualmente funciona la sede principal del Colegio Universitario de Los Teques Cecilio Acosta), incluyendo médicos y personal en general, noticia que acaparó titulares y notas desplegadas en periódicos de circulación nacional como “La Esfera”, donde le dieron un cuarto de página.

Según la reseña del referido diario, tres empleados de la administración del hospital, tras retirar el dinero del Banco Miranda se dirigían al centro asistencial a bordo de una camioneta tipo pannel marca Chevrolet, cuando a la altura del sector Ramo Verde de esta ciudad, fueron interceptados por un sujeto armado con una pistola, lo que obligó al conductor a frenar, tras lo cual salieron del monte otros 3 hombres.

“Los cuatro asaltantes bajo amenaza de muerte, conminaron al chofer y a las dos empleadas a introducirse en la parte posterior de la camioneta con miras a secuestrarlos, pero ante la resistencia de las damas y el temor de ser descubiertos optaron por abandonarlos. Tres de los asaltantes arrebataron el maletín con el dinero a la contadora Luz María de Palma, a la vez que emprendieron la huida en la camioneta, mientras que los otros 2 sujetos abordaron el auto europeo para tomar la vía Panamericana”.

Posteriormente el chofer  y las féminas dieron parte a una patrulla de la Policía Municipal de Caracas que transitaba por la zona, y se dio inicio a la persecución de los asaltantes, quienes arremetieron con tiros contra las comisiones policiales, quienes luego ubicaron el Volkswagen abandonado en el cerro Las Lomitas, donde los antisociales dejaron una bolsa con proyectiles, un impermeable negro y una mascarilla.

Homicidio de funcionario
Siguiendo la conversación sobre situaciones que causaron revuelo, García rememora el asesinato de un destacado funcionario. “Se llamaba Virgilio Suárez, a quien le tendieron una emboscada encabezada por un antisocial conocido con el remoquete `El Tribilín´. Esto hizo que, como en cada uno de los casos de homicidio, saliéramos todos los funcionarios a la calle en busca del autor material, quien se enfrentó a las comisiones policiales y cayó muerto en El Paso, a pocos metros de la actual sede principal del Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas (Cicpc); cerca de una cancha de bolas criollas donde había un kiosquito y muchos hacían sus necesidades fisiológicas”.

Banda “Los Chupa Sangre”
Aunque los índices delictivos de los años 80 no tienen comparación con los actuales, “en una mañana del 81 levantamos 7 cadáveres, todos en un día, incluyendo los cuerpos de un par de jovencitas de nacionalidad española, a quienes dejaron en el sector “La Llovizna” del municipio Carrizal, cerca de un sanatorio mental.

-En ese caso estaban implicados los miembros de una sangrienta banda llamada ´Los Chupa Sangre´, la cual, en trabajo conjunto con los efectivos de Caracas, de donde provenían los malhechores que abandonaban los cuerpos en la zonas rurales, desmantelamos la organización hamponil, en un promedio de siete días.

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