lunes, 3 de septiembre de 2012

Entrevista al director de PoliMiranda, comisario Elisio Guzmán


“Si oyes el tiro estás vivo”

 
4 cicatrices le recuerdan lo que es haber estado cerca de la muerte a quien ha dedicado más de 4 décadas a la carrera policial y hoy lleva las riendas de Polimiranda, comisario general Elisio Guzmán



Johana Rodríguez
jrodriguez@diariolaregion.net/@michellejrl


LOS TEQUES. “Cuando uno es niño siempre sueña con ser bombero o policía. Una vez me quemé la mano y no me gustó la sensación, así que me quedé con la segunda opción” dice en tono jocoso el comisario general Elisio Guzmán, director de Polimiranda, cuando se le interroga por qué ejerce una profesión que ha puesto su vida en peligro más de una vez.

El primer susto se lo llevó cuando apenas era un veinteañero y laboraba en la Disip. Corría la década del 70 y Elisio, quien con el ímpetu típico de la edad se sentía no sólo guapo y apoyado, sino también invencible, fue a practicar la inspección corporal a un par de sujetos en actitud sospechosa.

Un error lo llevó a quedar en la línea de fuego, y al revisar al mala conducta, éste desenfundó su arma de fuego y le dio un tiro. “Solo vi una llamarada y sentía que me desplomaba. Pronto me reincorporé, unos policías municipales se llevaron a los delincuentes y nos quedamos mi compañero y yo”.

Con la camisa llena de sangre, el jefe policial le dijo al otro efectivo que lo llevara al hospital, y lo que obtuvo como respuesta fue “recuerda que yo no sé manejar”, por lo que tuvo que conducir desde el centro de Valencia hasta el Hospital Central, donde al abrir la puerta del jeep cayó al piso.

Entonces pasó 2 meses fuera de servicio, pues varios órganos se vieron comprometidos, “y la medicina no era como ahora”; además, le valió el regaño de su padre, quien cortante le dijo “me imagino que después de esto no serás más policía. Ya compré aquella finca que nos gustaba para que nos vayamos a criar animales”, a lo que le respondió que lo de la finca quedaría para luego, pues él seguiría ejerciendo; a lo que su progenitor replicó “yo creo que vas a morir en la policía”, opinión que comparte Elisio: “sólo que no me fui tan pronto como creían en mi familia”.

La anécdota es solo una de las cientos que tiene este entrevistado, que aunque quería reservar las mejores historias para sus nietos, revela que a lo largo de su trayectoria ha sido abaleado en tres ocasiones, incluida una doble, dejando cicatrices que le recuerdan como se vive al borde de la muerte en la loable, pero nada inocua labor de proteger al más débil y hacer justicia.

Aunque muchas veces ha pensado que no viviría para contarlo, siempre aleja a la “pelona” con una frase que aprendió en su entrenamiento. “Si oyes el tiro estás vivo. Reacciona”, porque la velocidad del sonido va más rápido que la de la bala; así, aunque todo siempre sucede en cuestión de segundos, luchaba para seguir viviendo”.

“En esos momentos uno siempre se aferra al poder supremo de Dios, así como la confianza del entrenamiento recibido; tener fe en lo que se está haciendo para que todo salga bien cuando se está en situaciones difíciles es la clave”.

Y de esas situaciones tiene un amplio repertorio este aragüeño, quien en sus inicios formó parte de la unidad antiexplosivos de la Disip. “Ahora recuperan el material y lo destruyen; pero antes había que desarmarlo y llegar con las piezas al despacho para levantar el informe”, por lo que en una ocasión casi vuela con todo y oficina; por no nombrar la ocasión en la cual fue emboscado junto a sus compañeros en el río Arauca y le tocó adentrarse en la espesa vegetación en medio de una lluvia de balas y otra de zancudos, hasta ser rescatado por un helicóptero, demostrando que no hay quien le eche cuentos a este historiador.


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