martes, 3 de julio de 2012

En Cubagua sobran las opciones para pasarla bien




La perla del Caribe esconde

al “Jack Sparrow” argentino



El imponente azul del mar recibe a cientos de turistas venezolanos y extranjeros que no dan crédito a lo que sus ojos ven

Johana Rodríguez
jrodriguez@diariolaregion.net/@michellejrl


 LOS TEQUES. Una sonrisa  peculiar y una mirada pícara, acaparan la atención de quienes van abordando el catamarán, que no dudan en fotografiarse con el pintoresco personaje que exhibe una pañoleta negra adornada con una carabela, y está ataviado con traje de pirata.

No se trata de “Jack Sparrow”, famoso personaje de la película de Walt Disney, sino de Alex, un argentino que hace 20 años decidió venir a Venezuela y desarrollar su empresa de turismo, negocio al cual le apuesta desde la Perla del Caribe en el estado Nueva Esparta, y más específicamente desde Cubagua, donde tiene su campamento.

Los años en territorio criollo no han borrado su acento natal, pero sí lo han hecho adoptar expresiones venezolanísimas para dirigirse a quienes inician la aventura a bordo de su embarcación, donde el servicio es catalogado como excelente por quienes han tenido la fortuna de hacer el paseo.

Tras la bienvenida y las fotos correspondientes con todos y cada uno de los visitantes que no dejan de seguir con la mirada al diestro pirata que de vez en cuando deja perder la mirada en el firmamento, explica que la primera parada se realiza justo en frente de un ferry hundido, que en su época fue símbolo de tragedia, pero que hoy forma parte de los atractivos turísticos de la isla.

Varias versiones giran en torno al hecho. “Unos dicen que un carro se incendió y arrasó con toda la estructura; otros aseguran que las llamas se originaron en la cocina; lo único en lo que coinciden es en que todas las personas a bordo se salvaron gracias a la intervención de la Virgen del Valle, patrona del oriente del país”.



Culminado el relato, se le entrega el equipo necesario a los pasajeros, quienes tienen la oportunidad -si es de su gusto y son amantes de la aventura- de practicar snorkeling alrededor de lo que quedó de  la embarcación. Sin embargo, el agua revuelta de ese día, no permite que las personas se bajen allí, pero no importa demasiado, pues el mismísimo paraíso los espera unos minutos más adelante.

La  palabra no queda para nada grande, pues los colores del mar que contrastan en Cubagua son capaces de dejar con la boca abierta a cualquiera.

Al bajar de la embarcación, todos se acomodan en sus sillas  perfectamente alineadas frente a la orilla del mar. No pasan cinco minutos cuando ya están convocando para hacer snorkeling y ver en primera fila la flora y fauna marina; toda una experiencia, sobretodo para aquellos que lo hacen por primera vez.

Historia que sorprende
Descansados de la primera actividad, el pirata, que ya ha cambiado su indumentaria y se ha puesto a tono con el resto de los turistas con bermuda, franela y gorra, invita a todos al primer paseo por la imponente isla, donde se comparte con unos pescadores que allí hacen vida y muestran cual museo, una colección de fósiles, lo que no es de sorprender, porque este escenario es conocido por ser un depósito de moluscos y huesos de pescado, que lo hace ser reconocido como uno de los sitios arqueológicos más antiguos de América. De hecho, investigaciones realizadas muestran fechas que datan de 3570 a 3050 a P.

Entre los objetos identificados se encuentran arpones y anzuelos de hueso, agujas de espina de pez raya, gubias y espátulas hechas en concha de botuto, manos de piedra de moler, restos de pintura mineral (ocre), bolas de piedra para hondas y redes, cuentas de collar, copas de concha y huesos humanos, entre otros, según reza el único cartel que se puede leer en el espectacular paisaje venezolano.

Culminada la visita a los pescadores, el grupo se traslada a almorzar al campamento, y tras un reposo, todos participan en una caminata, donde nuevamente Ale congrega a los presentes para nutrirlos con la historia de lo que en una época fue conocido como Nueva Cádiz.

Paseo fangos
Otro rato de ocio se ve interrumpido por el sonido del pito que cuelga del cuello de Ale, quien lo toca cada vez que va a dar un anuncio. Esta vez los visitantes caminarán hacia una peculiar laguna, de la cual saldrán llenos de barro.

Unos no dudan en emocionarse al saber que se llenarán del viscoso y marrón material, mientras otros (féminas en su mayoría) arrugan la cara hasta que se enteran, de boca del argentino, que tiene efectos benéficos para la piel, la cual dejará tersa y suave, por lo menos, por cuatro días, a la vez que añade en tono jocoso que “no quita el exceso de arepa en el cuerpo”.


Con semejante discurso, pocos son los que se niegan a embarrarse hasta el rostro, dejando apenas ojos y labios a la vista. Seguidamente, un ejercicio de relajación es realizado en la arena, donde se recuestan todos por varios minutos, tiempo suficiente para que el fango se seque y sus componentes den todo a la piel de quien le huntó.

“Empanizados”, todos se dirigen al mar, donde se quitan el producto que efectivamente -pues quien escribió el artículo tuvo el placer de probarlo-  deja la piel con una textura más agradable al tacto.

Pronto la aventura llegará al final, pues a las 4 pm está previsto el retorno a tierra firme tras una experiencia que muchos catalogan como “simplemente divina”, así que si después de leer el reportaje eres uno de los que desea vivir la aventura en vivo y directo, puedes  comunicarte a los siguientes números telefónicos 0414-791-29-69 / 0426-586-94-64, escribir a cualquiera de estos correos electrónicos atom_ca@cantv.net y/o reservas_margarita@hotmail.com o visitar su página web www.infinitoproducciones.com. Si quieres hablar directamente con el pirata del barco marca el 0414-787-85-54.

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