jueves, 29 de noviembre de 2012

Habla exdefensora del pueblo del estado Miranda, Raiza Bastardo, sobre caso Afiuni:


         “Por los privilegios que tenía,
        Afiuni era una pran en el INOF”

Raiza Bastardo señaló que la única manera de que la GNB ingresara al área donde estaba recluida la jueza era para hacer “lista y conteo, procedimiento en el cual yo solía estar presente”

Johana Rodríguez
jrodriguez@diariolaregion.net/@michellejrl

LOS TEQUES. “Nevera, laptop, comida light, cremas Victoria Secret, plancha y secador de pelo eran algunos de los implementos que se podían hallar en el ordenado cuarto de la jueza María Lourdes Afiuni mientras estuvo recluida en el Instituto Nacional de Orientación Femenina (INOF)”, sentenció la exdefensora del pueblo del estado Miranda, Raiza Bastardo, quien calificó de “insólito” el libro “La Presa del Comandante”.

Dicha publicación no sólo relata los supuestos maltratos a los cuales fuera sometida la privada de libertad, sino que habla de violaciones reiteradas e incluso un aborto, “escándalos supuestamente conocidos por las autoridades, a quienes de retruque nos están tachando de alcahuetas”.

-Yo estaba en el cargo cuando ingresó al penal en  2009 por delitos de corrupción, abuso de autoridad y favorecimiento para la evasión del banquero Eligio Cedeño, y semanalmente me reunía con ella, conversábamos y como el caso tenía a todas luces tinte político, desde su ingreso tuvimos un trato especial con ella a propósito de salvaguardarla y evitar que su reclusión se convirtiera en un circo mediático.

Bastardo explicó que lo que antes era conocido como Área de Admisión fue acondicionada por orden del Ministerio de Interior y Justicia (MIJ) y convertido en un espacio restringido constituido por pequeños cuartos para tratar casos especiales como  reclusión de policías, guardias, juezas y abogadas, debido a que el resto de la población penal podía tomar represalias en su contra.

“Allí llegó Afiuni luego de  ser chequeada por los médicos, ingresó a su cuarto, y aunque tenía una litera, siempre durmió sola, incluso, tenía un baño”. Ante sus reiteradas solicitudes se hacían juntas de conducta y de seguridad para aprobar el ingreso de aparatos eléctricos, lo cual trajo molestias al resto de las presas, porque en el INOF no existen beneficios especiales para ninguna; sin embargo, luego entendieron que hacíamos esto para evitar que salieran con el tema de la violación de los derechos humanos, de los cuales soy defensora fehaciente”.

Trato especial
A las concesiones que tenía Afiuni hay que sumarle el hecho de que recibía las visitas en su habitación, a diferencia del resto de las reclusas que se reúnen con sus familiares en el patio, según explicó Bastardo.

“El único contacto que ella tenía con los efectivos de la Guardia Nacional Bolivariana (GNB) era cuando se realizaba lo que conocemos como lista y conteo, procedimiento de rutina en el cual yo solía estar presente garantizando que todo se desarrollara bajo completa normalidad”.
En cuanto a los encuentros que sostenían ambas féminas en prisión, “ella me comentaba cosas para que se las diligenciara ante la directiva del penal pero jamás me habló de maltratos hacia su persona;  tampoco me habló de malestares más allá de dolores de cabeza que pueden atacar, eventualmente, a cualquier persona”.

Show de medios
A juicio de la entrevistada, la jueza que obtuvo el beneficio de casa por cárcel este año está echando mano de una “manera desesperada de llamar la atención. No resulta lógico que siendo su caso tan seguido de cerca por los medios de comunicación no sólo nacionales sino internacionales, esperara dos años para dar a conocer semejante situación”.

-Si hubiera vivido esos relatos que describe los hubiese aprovechado en el preciso instante de los supuestos hechos para dar fe de los abusos, que según ella, se cometen en la cárcel femenina de Los Teques. Opino que aprovechando  la salida de Venezuela de la Corte Interamericana de  Derechos Humanos (CIDH), decidió montar este circo que no es ni siquiera avalado por las reclusas y que no ha contado con el apoyo que creía, pues ni los más opositores se creen esa historia tan inverosímil.
“Tengo experiencia penitenciaria desde el año 1993, cuando precisamente tomé las riendas del INOF, y si algo es fijo entre las presas es la solidaridad. Si Afiuni hubiera sido víctima de todas esas situaciones reveladas en ese libro las otras presas se hubieran echo eco de estas denuncias;  no fue así,  varias han desmentido todo lo relatado en esas páginas que quieren malponer al Gobierno que ha dado pasos agigantados por mejorar la situación penitenciaria del país”.

-Con todo y lo chocante que puede sonar, un efectivo castrense no va a dañar su carrera por abusar de una presa;  sin ánimos de ofender, allí están recluidas mujeres realmente hermosas y jovencitas, más llamativas que Afiuni, que si a ver vamos era una pran, no por el liderazgo que ejercía, porque nadie la seguía, sino por todos los beneficios de que gozaba.
 
“Vil patraña”
La ministra de Asuntos Penitenciarios, Iris Varela, también desestimó las denuncias de presunto abuso contra la exjueza. “Eso que ella ha escrito, relatado supuestamente a su abogado, es una vil patraña donde además se da el lujo de señalar que el Presidente estaba al tanto de estos abusos (...) Es una viveza que intente atacar de manera impune a los trabajadores y a las privadas de libertad del INOF”.

Por su parte, la exdirectora del INOF, Isabel González, expresó que existe un expediente de 1.700 folios donde la privada de libertad hacía constar con su firma que todos los procedimientos eran ejecutados con normalidad. “Tenemos los elementos de convicción para demostrar que todo lo que esta manifestando es únicamente para poder vender un libro”, dijo González.

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